Tu intestino piensa más de lo que crees: la conexión entre la microbiota y la salud mental
- Leticia Martínez Prado
- 7 jul
- 2 Min. de lectura

¿Sabías que en tu intestino habitan billones de bacterias que no solo te ayudan a digerir los alimentos, sino que también pueden influir en cómo te sientes? Este sorprendente vínculo se debe a lo que se conoce como el eje intestino-cerebro.
La microbiota: tu “segundo cerebro”
La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos que residen en nuestro intestino. Estos diminutos habitantes producen sustancias esenciales, entre ellas la serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”, un neurotransmisor clave para regular el estado de ánimo. Por ello, muchos científicos han empezado a llamarla nuestro “segundo cerebro” (Du et al., 2020).
¿Qué relación tiene con la depresión?
Diversas investigaciones han observado que las personas que padecen depresión presentan un desequilibrio en su microbiota, con una menor presencia de bacterias beneficiosas como Lactobacillus y Bifidobacterium (Cheung et al., 2019). Por ejemplo, en un estudio de Akkasheh et al. (2016) se encontró que los pacientes con depresión que recibieron probióticos durante ocho semanas mejoraron significativamente sus síntomas en comparación con quienes tomaron un placebo.
La dieta: aliada de tu intestino y tu mente
Lo que comes influye directamente en la composición de tu microbiota. Dietas ricas en fibra, frutas, verduras y alimentos fermentados promueven una microbiota diversa y equilibrada, lo que se asocia con una mejor salud mental (Madison & Kiecolt-Glaser, 2019). En cambio, una alimentación alta en azúcares y productos ultraprocesados puede alterar este equilibrio y contribuir a estados de ánimo bajos.
Conclusión
Aunque la investigación en este campo aún continúa, la evidencia sugiere que cuidar de nuestra microbiota a través de una alimentación saludable y, en algunos casos, con el apoyo de probióticos, puede ser un complemento útil para mejorar el bienestar emocional. ¡Recuerda que lo que comes puede influir directamente en cómo te sientes!
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