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Con la experiencia de estudiar en el extranjero vienen posibles desafíos. Por ejemplo, si bien aprender el idioma puede ser un proceso divertido, también puede convertirse en una barrera en ocasiones. Puede resultar difícil entender lo que las personas dicen y hacerte extrañar tu lengua materna.
La diferencia cultural puede hacerte sentir nostalgia de casa y puedes comenzar a desarrollar una actitud negativa mientras estudias en el extranjero.
Finalmente, la mayoría de las personas que estudian en el extranjero suelen viajar solas, por lo que puede ser muy solitario y empezar a sentirte desconectado de tu familia y amigos.
Es importante cuando estás en el extranjero tener control sobre tu salud mental y ayudar a mantenerla mientras te encuentras fuera.
Mantén el contacto con tus seres queridos.
Una de las partes más difíciles de estar en el extranjero es dejar a todos tus amigos y familiares en casa. Esto puede hacerte sentir solo y afectar negativamente tu salud mental. Trata de mantenerte en contacto de cualquier manera que puedas.
Aprende el idioma.
Aprender el idioma puede facilitar la comunicación con las personas a tu alrededor y hacerte sentir más conectado con tu nuevo hogar.
Practica el autocuidado.
Asegúrate de priorizar tu rutina de autocuidado de la manera que consideres adecuada. Puede ser caminar, meditar, hacer ejercicio o cualquier otra actividad que te revitalice.
Acepta nuevas experiencias.
Vivir en el extranjero seguramente te brindará oportunidades para hacer cosas que antes no podías. Mantén la mente abierta para probar cosas nuevas, sin importar cuáles sean. Esto puede hacerte sentir más como en casa.
Vivir en el extranjero puede ser una experiencia maravillosa y enriquecedora, pero también puede presentar sus propios desafíos únicos cuando se trata de cuidar tu salud mental. Siguiendo estos consejos, puedes ayudar a asegurarte de que tu salud mental se mantenga en buen estado y que aproveches al máximo tu tiempo viviendo en el extranjero.
Hasta la próxima,
Gabe